El tucán solitario
Erase una vez en una selva, un hermoso tucán que resaltaba entre todas las aves que vivían en la zona, pero resulta que tenía un defecto, su carácter era tan fuerte e insoportable que ninguno de sus vecinos estaba dispuesto a tratar con él, ni siquiera saludarlo.
Muchas veces las aves se acercaban a intentar sostener una conversación de amigos con el hermoso tucán, pero éste ni siquiera se preocupaba en responderles, por lo que terminaron cansándose, hasta que decidieron que lo mejor era no visitarlo más, y dejarlo que se quedara sin amigos y sin otros animales con los que convivir.
-¡Bah, para qué los necesito! Era lo que solía repetirse a sí mismo el agraciado tucán, que pensaba que nunca necesitaría de la amistad de las otras aves para poder sobrevivir, sino que solamente él se bastaba para comer, y llevar a cabo todas las actividades necesarias para mantenerse con vida.
Dado su comportamiento, todas las aves que vivían cerca de la zona optaron por alejarse, ahora si que el tucán se había vuelto el más solitario del mundo. Creyendo que esto era lo que más lo hacía feliz, estaba muy sereno y tranquilo.
Hasta que un día necesitó de la ayuda de alguien para poder preservar su vida y no caerse de una rama en donde se había quedado enredado. Pero ya todos sus vecinos se habían marchado del lugar, en vista de su poca capacidad para congeniar con los demás.
Esto provocó la muerte de aquel hermoso tucán, que por preferir mantener una mala actitud ante los demás, se quedó tan solitario que nunca imaginó que su vida dependería de alguien a quien antes había rechazado.
Moraleja: siempre debemos tratar mantener una buena actitud para poder atraer a personas que nos ofrezcan una linda y buena amistad, pues el hecho de querer ser solitarios no es bueno, las personas nos pueden enseñar cosas y ofrecer buenas amistades que nos pueden hacer llevar una vida más feliz y tranquilas.
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