Fábulas con moraleja
En otros artículos hemos explicado la importancia que representan las fábulas en el proceso de enseñanza y reflexión en los niños, ya que de una forma muy didáctica y divertida, pueden dejar grandes y buenos aprendizajes en ellos. Específicamente esto está representado en las moralejas. Es por eso que te mostraremos muchas fábulas populares con excelentes moralejas para tus niños.
Por si no ha quedado claro, cuando hablamos de moraleja nos referimos a una lección o enseñanza que se deduce y extrae de un cuento o una fábula y que especialmente, sirve de lección para el buen vivir de los humanos. Vamos a ver las fábulas con moralejas de los mejores autores de este género.
Fábulas cortas con moralejas
El gallo y la perla / La Fontaine
Esta es una de las fábulas cortas con moraleja más famosas que se ha popularizado en las diferentes páginas web y libros educativos para niños, y es que a pesar de su pequeña extensión, es realmente útil para compartirla con los más pequeños de la casa y mostrarles muy buenos valores para que puedan enfrentar diferentes situaciones de la vida, por lo que no debes dudar ni un segundo en compartirla con ellos.Específicamente una de las enseñanzas más importantes que podemos extraer de este texto es que el valor que tengan las diferentes cosas o situaciones que se nos presenten en la vida, dependerá de cada uno de nosotros así como de las necesidades que atravesemos en ese momento en específico.
El valor de la modestia es uno de los mas esenciales para aprender a llevar una vida con total cordura, y también para poder generar buenas relaciones que se basen en sentimientos y lazos agradables. Es por eso que Jean de La Fontaine nos habla en esta fábula precisamente sobre ese valor, y específicamente se nos enseña que lo mejor es ser modesto y humilde cada vez que se logra ganar un acción o que consigue algún logro o éxito. Por otra parte, también podemos apreciar que se habla en este texto sobre la humildad, y es un valor imprescindible para cosechar éxitos y buenas relaciones a lo largo de nuestra vida, forma de comportamiento que es vital de enseñar desde muy pequeña edad, así que no dejes pasar la oportunidad de mostrársela a los más pequeños de la casa. ¡Cuéntanos que tal les pareció!
El guacamayo y la marmota / Fábula de Iriarte
Un pintado guacamayo
Desde un mirador veía
Cómo un extranjero payo,
Que saboyano sería,
Por dinero una alimaña
Enseñaba muy feota,
Dándola por una cosa extraña:
Es a saber: la marmota.
-Salía de su cajón
Aquel ridículo bicho;
Y el ave, desde el balcón,
Le dijo: ¡Raro capricho,
Siendo tú fea, que así
Dinero por verte den,
Cuando siendo hermoso, aquí
Todos de balde me ven!
-Puede que seas, no obstante,
Algún precioso animal
Más yo tengo bastante
Con saber que eres venal.
Oyendo esto un mal autor,
Se fue como avergonzado.
¿Por qué? Porque un impresor
Le tenía asalariado.
Moraleja: ordinariamente no es escritor de gran mérito el que hace venal el ingenio.
El caballo y la cabra / Fábula de Iriarte
Estaba una cabra muy atenta
Muy largo rato escuchando,
De un acorde de violín el eco blando.
Los pies la bailaban de contenta,
Y a cierto jaco que, también suspenso
Casi olvidaba comer el pienso,
Dirigió de esta suerte la palabra:
-¿No oyes de aquellas cuerdas la armonía?
Pues sabe que son tripas de una cabra
Que fue en un tiempo compañera mía.
Confío (¡dicha grande!) que algún día
No por menos dulces trinos
Formarán mis sonoros intestinos.
Volviéndose un buen rocín, y respondióla:
A fe que no resuenan esas cuerdas
Sino porque las hieren con las cerdas
Que sufriendo me arrancaron de la cola.
Mi dolor me costó, y pasé un buen susto;
Pero al fin, tengo el susto
De ver que gran lucimiento
Debe a mi auxilio el músico instrumento.
Tú, que satisfacción igual esperas,
¿cuándo la gozarás? Después que mueras.
Así, ni más ni menos, porque en vida
No ha conseguido ver su obra aplaudida
Algún mal escritor, al juicio apela
De la posteridad, y con ello se consuela.
Moraleja: hay muchos escritores que se lisonjean fácilmente de lograr fama póstuma, cuando no han podido merecerla en la vida.
Fábulas populares con moralejas
El caballo y el jabalí / Fábulas de Fedro
Ahora es la oportunidad de mostrarte uno de los mejores trabajos del autor Gayo Julio Fedro de cuya biografía se tienen muy pocos datos, solo se conoce que fue un esclavo perteneciente a Macedonia y que realizó todos sus trabajos literarios para poder expresar las quejas u opiniones sobre todos los esclavos hacia sus dueños, de manera de evitar las represalias o castigos que éstos podrían darles. En específico, la fábula de El caballo y el jabalí nos enseña que a veces, con el afán de castigar el daño que nos hacen, nos aliamos con quien solo tiene interés en dominarnos y controlar nuestra vida. ¿Ahora ves porque tienes que leer esta fábula, y además mostrarla a todos tus conocidos? sin duda les encantará tanto como a nosotros.
Los dos perros / Fábula infantil de Fedro
Estamos seguros que en más de una oportunidad has leído en diferentes páginas web o libros educativos para niños, esta hermosa fábula que nos comparte el autor de Macedonia Gayo (o Cayo como también es conocido) Julio Fedro, y es que forma parte de sus trabajos literarios más resaltantes y conocidos a nivel mundial, tanto que aún hoy en día se sigue difundiendo, a pesar de tener muchísimos años de antigüedad. El autor nos deja una gran moraleja y es que no dejes entrar al enemigo en tu casa, puesto que después será él quien te eche de lo que te pertenece. Así que no te puedes perder el hacer lectura de este magnifico trabajo literario, que a pesar de ser corto, nos deja diferentes moralejas y enseñanzas que pueden ser muy útiles para diferentes aspectos de nuestra vida.
De un milano enfermo / Fábula infantil de Fedro
Hacía un largo tiempo que un milano estaba enfermo, y viéndose ya sin esperanzas de vida, rogó a su madre que acudiese al pie de los altares, y cansase a todas las divinidades con fervientes y numerosas súplicas por el restablecimiento de su salud. “Que me place, respondió la madre; pero mucho me temo, sea todo infructuoso; porque si tú, atropellando por la reverencia debida a lo sagrado, profanaste los templos y llevaste la osadía hasta el punto de no perdonar ni aúna los sacrificios de los dioses, ¿cómo quieres que les pida clemencia en favor tuyo?”.
Moraleja: no se puede exigir perdón cuando has estado toda la vida haciendo el mal. Es necesario que nuestras acciones sean buenas para poder pedir bendiciones y favores en nuestras vidas.
La comadreja en un granjero / Fábula para niños de La Fontaine
Una comadreja que estaba muy hambrienta, logró colarse por un agujero dentro de un granero, allí paso varios días comiendo varias provisiones las cuales eran en grandes cantidades. Cuando por fin quiso salir, había engordado tanto que no pasaba por el agujero que antes le había servido de puerta.
Un roedor que vivía en el granero, al ver a la comadreja tan preocupada por la situación que se le presentaba, le dijo.
-¿Cómo pretendes salir por ese agujero tan pequeño?
La comadreja contestó:
-Por ese agujero entré hace unos días.
-¡Claro!- dijo la rata- pero entraste flaca y hambrienta, y ahora estas gorda y saludable.
Moraleja: Una vida regalada, no conduce a nada.
Los perros hambrientos / Fábulas de Fedro para niños
Vieron unos perros muy hambrientos en el fondo de un arroyo, unas pieles que estaban allí puestas específicamente para ser limpiadas; pero uno de los obstáculos para alcanzarlas era una corriente de agua que se interponía, por lo que decidieron primero beberse toda el agua, con la finalidad de llegar de manera más fácil a las pieles en cuestión.
Pero sucedió lo que se esperaba: de tanto beber y beber, reventaron mucho antes de llegar a las pieles.
Moraleja: siempre se debe tener mucho cuidado con los caminos rápidos y fáciles para llegar a aquellas cosas que queremos, pues no siempre son los más seguros y confiables.
El león que iba a la guerra / Fábula de La Fontaine
Jean de La Fontaine Nieves y Ravelo nos dejó esta hermosa fábula de la cual cada día aprendemos más y nos deja más significados bastante útiles para aplicarlos en diferentes situaciones de la vida, especialmente para compartirlo con los más pequeños de la casa cuya edad es perfecta para enseñar valores humanos y formas de comportamiento. En específico la moraleja principal que se extrae de este trabajo es que en algunas ocasiones, incluso una falla o falta puede llegar a ser una virtud, siempre y cuando sea bien utilizada. Ahora ves que no puedes dejar de compartirla con ellos, y así enseñarle muy buenas moralejas que nos muestras estos maravillosos textos.
La rana que quiso hincharse como un rey / Fábula infantil de La Fontaine
Una rana que se encontraba en una charca, vio un día acercarse a un buey a beber un poco de agua, y le llamo la atención el gran tamaño del animal. La ranita era muy pequeña, no más grande que un limón. Al ver al corpulento buey se llenó de envidia y decidió hincharse hasta igualarlo en tamaño.
La ranita mientras se iba hinchando les preguntaba a sus compañeras:
-¿Me he hinchado bastante para igualarlo? ¿Ya soy tan grande como él?
-No.
-¿Y ahora?
– Tampoco.
-¡Ya lo logré!
-¡Aún estás muy lejos!
Y la pobre rana se hinchó tanto que reventó.
Moraleja: en el mundo existen algunas personas mediocres, que en casos, por envidia, se muestran ante los demás como grandes señores fingiendo ser personas que no son en realidad.
Las alforjas / Fábulas para niños de La Fontaine
Seguimos con el recorrido por las mejores fábulas infantiles de Jean de la Fontaine, y es que es indudable el hecho de que nos dejó un sin fin de trabajos que tienen muchísimas cualidades para ser compartidos con los niños o con cualquier persona que desee ilustrarse un poco con ese género literario atemporal y divertido. En este caso se habla sobre los que eran considerados dioses en la época en que vivió el autor, pero no se puede dejar de tomar en cuenta el hecho de que a pesar que hayan pasado muchísimos años de su primera versión, aún se sigue manteniendo en vigencia y, mejor aún, difundiendo en diversas páginas webs y libros infantiles. Esto habla de la calidad de este trabajo, que no puedes dejar de mostrar a todos tus seres queridos.
El hacha y el mango / Fábula infantil de Samaniego
Un hombre que en el bosque se miraba
con un hacha sin mango, suplicaba
a los árboles diesen la madera
que más sólida fuera
para hacerle uno fuerte y muy durable.
Al punto la arboleda innumerable
le cedió el acebuche, y él, contento,
perfeccionando luego su instrumento,
de rama en rama va cortando a gusto
del alto roble el brazo más robusto.
Y a los árboles todos recorría,
y mientras los mejores elegía,
dijo la triste Encina al Fresno: «¡Amigo,
infeliz del que ayuda a su enemigo!».
Moraleja: no es recomendable ayudar a tus enemigos en cualquier oportunidad que se presente, por más de que éstos lo imploren y lo rueguen. Pues nunca se sabe cuales son sus verdaderas intenciones hacia ti.
Los zánganos y las abejas / Fábula para niños de La Fontaine
En el lugar se observaban unos panales de miel que parecían no tener dueño, por lo que los zánganos reclamaban y las avispas se oponían a estos. Dada la discusión, se decidió llevar el problema a instancias legales, específicamente al tribunal de las abejas. Tanto los testigos de los zánganos como de las avispas, decían haber visto bichos volando al rededor de los panales, con características semejantes a cada uno. Por lo que el problema seguía sin resolverse.
La señora avispa, no sabiendo qué decidir, abrió de nuevo el sumario y, para mayor ilustración, llamó a declarar a todo un hormiguero; pero ni por esas se pudo aclarar la duda.
Una abeja muy lista preguntó que a que venía todo el problema, y recalcó algo que era muy importante pero ignorado por la mayoría de las avispas y zánganos que se encontraban inmersos en el problema: la miel se estaba perdiendo. –Es hora de resolver el problema, trabajemos tanto zánganos como avispas, para demostrar quienes son los que hacen los panales tan ricos como aquellos por lo que disputamos.
Los zánganos perdieron la prueba, ya que se demostró que aquel panal por el que disputaban, era una obra de arte que solo las avispas podían hacer. En vista de la situación, la avispa dio la miel a sus verdaderos dueñas, las abejas.
El hombre y la culebra / Fábula infantil de Esopo
Un hombre, pasando por un monte, encontró una culebra que ciertos pastores habían dejado atada a un tronco de un árbol de la zona, y compadeciéndose de ella, la soltó y calentó.
Una vez recobrada su fuerza y libertad, la culebra se volvió contra el hombre y se enroscó fuertemente en su cuello. El hombre, muy sorprendido, le dijo:
-¿Qué haces? ¿Por qué me pagas tan mal el favor que te he hecho?
Y ella respondió:
-No hago sino más que obedecer las leyes de mi instinto animal.
Entretanto pasó una raposa, a la que los litigantes eligieron como juez de la contienda.
-Mal podría juzgar- Exclamó la zorra, -lo que mis ojos no vieron desde el comienzo. Hay que reconstruir los hechos.
Entonces el hombre procedió a atar a la serpiente nuevamente, y la zorra después de comprobar lo sucedido, pronunció su fallo. –Ahora tú, dirigiéndose al hombre, le dijo: -no te dejes llevar únicamente por corazonadas. Y tú, añadió dirigiéndose a la serpiente, si puedes escapar, vete.
Moraleja: en un principio, atajar al mal, procura. Si llega a echar raíz, tarde se cura. Como lo dice el dicho. Hay que tener cuidado a quien dirigimos nuestras buenas acciones.
El pastor mentiroso / Libro de Esopo
Apacentado un joven su ganado gritó desde la cima de un collado: -¡Favor; que viene un lobo, labradores!
Estos, abandonando sus labores, acuden prontamente, y hallan que es una chanza solamente.
Vuelve a llamar, y temen la desgracia. Segunda vez los burla. ¡Linda gracia! Pero, ¿qué sucedió la vez tercera? Que vino en realidad la hambrienta fiera.
Entonces el Zagal se desgañita, y por más que patea, llora y grita, no se mueve la gente, escarmentada, y el lobo le devora la manada.
Moraleja: cuantas veces resulta de un engaño, contra el propio engañador el mayor daño. Es por eso que lo recomendable es siempre ser honestos y sinceros, para que no se nos devuelvan las acciones malas que hacemos, y evitar la reacción de la acción que realizamos.
El cabrito y el lobo / Libro de Esopo
Al salir la cabra de su establo encargó a su hijo el cuidado de la casa, advirtiéndole el peligro de los animales que rondaban por los al rededores con intención de entrar a los establos y devorar los ganados.
No tardó mucho en llegar el enemigo: ¡un lobo horrible, amiguitos, un lobo! Que imitando la voz de cabra llamó cortesmente a la puerta para entrar.
Al mirar el cabrito por una rendija vio el feroz carnicero y, sin intimidarse le dirigió el siguiente discurso:
-Bien sé que eres nuestro mayor adversario y que, imitando la voz de mi madre, pretendes entrar para devorarme. Puedes marcharte, odiado animal, que no seré yo quien te abra la puerta.
Moraleja: sigue el consejo de tus padres y vivirás feliz toda la vida.
Esperamos que con todas estas fábulas de autores destacados del género, se te haya facilitado el camino de encontrar la mejor fábula con moraleja para darle una buena enseñanza y dejar una excelente reflexión a tus niños. ¡Cuéntanos cual ha sido tu favorita!
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