El niño comelón
Cierto día, había un niño que era conocido por ser el más comelón en las fiestas, solía meter su mano en las bandejas de pasapalos y dulces, y sacarlas repletas sin pensar en más nadie.
En una oportunidad, el niño comelón asistió a una pequeña reunión que había sido organizada en el colegio al que asistía. Al ver venir a la maestra con el tarro de dulces, como era previsible, se abalanzó hacía ella metiendo toda su mano para sacar el puñado más grande que pudiera de caramelos.
Pero para su sorpresa, el pico del frasco no se lo permitió, era más pequeño y el puño completo no podía salir por el tamaño de la boquilla. El niño comelón comenzó a llorar y gritar, pues se encontraba desilusionado y molesto. Al ver lo que estaba pasando, uno de sus amiguitos y compañeros le replicó:
-Si te conformaras con solo la mitad de la porción que has agarrado, podrías sacar la mano con dulces. Y además, dejarle también la oportunidad a los otros niños de poder comer lo que están ofreciendo en la fiesta.
Moraleja: nunca intentes abarcar más de lo debido, ya que la avaricia por tener más de lo que puedes o debes, no dejará que las cosas salgan como quieres.
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