Entre montes, por áspero camino,
tropezando con una y otra peña,
iba un viejo cargado con su leña,
maldiciendo su mísero destino.
Al fin cayó, y viéndose de su suerte
que apenas levantarse ya podía,
llamaba con colérica porfía
Una, dos y tres veces a la muerte.
Armada de guadaña, en esqueleto,
La parca se le ofrece en aquel punto;
pero el viejo, temiendo ser difunto,
lleno más de terror que de respeto,
trémulo la decía y balbuciente:
“Yo… señora, os llamé desesperado
pero..”, acaba ¿qué quieres desdichado?
le dijo la muerte,
a lo que él respondió,
“Que me cargues la leña solamente”.
¡Por cierto! Antes de que te vayas, queremos recomendarte esto que seguro que te interesa:
- El sol y las ranas
- Fábula de píramo y tisbe
- La zorra y las uvas
- La vieja serpiente cazadora
- Los lobos opuestos
- El tucán solitario
- Las dos perras
- El cuervo y Hermes
- Las alforjas
Son una serie de contenidos a parte del que has leído que puede ser interesante para tí ¡Muchas gracias por leernos!