La gata y el perro

Erase una vez en cierto lugar de la ciudad, una gata y un perro que a pesar de ser enemigos naturales, tenían muchos años conociéndose y siendo muy buenos amigos. La sociedad y las reglas impuestas por ella, decían que éstos nunca deberían verse con ojos de amor, pues, según, tenían que ser enemigos hasta el momento de su muerte.

Estos animalitos estaban cansados de estar ocultando sus verdaderos sentimientos de uno por el otro por el miedo al que dirían sus otros compañeros, que constantemente, al ver su unida amistad, les vivían recordando que nunca podían permitir que nada pasara entre ellos, de lo contrario se tendrían que ir de su comunidad, porque no serían aceptados.

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Un día, tomaron la valiente decisión de que ya habían tenido suficiente de esconder sus verdaderos sentimientos, y que preferían decirlo a toda voz a pesar de las consecuencias que eso pudiera traer. Y así fue, en efecto comunicaron a todos sus vecinos y compañeros que se amaban, y que estaban dispuestos a asumir los castigos que quisieran darles, con tal de que pudieran ser felices.

Sin mucha piedad los amigos cumplieron con lo que habían prometido antes, pues los expulsaron de la comunidad. Pero los nuevos tórtolos lograron asentarse en un lugar mejor, con compañeros y amigos que aceptaban su amor a pesar de ser enemigos naturales. De esta manera, fueron felices para siempre.

Moraleja: el amor siempre reina, y lo mejor será tomar decisiones que estén guiadas por este sentimiento, pues cuando es así, siempre llevarán a cosas o situaciones buenas.

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