La jirafa y la hormiga

En un desierto bastante lejano, habitaban una jirafa reconocida por su gran tamaño, y también una pequeña hormiguita que a pesar de su diminuto tamaño, era muy trabajadora. Ambos animales tenían grandes y evidentes diferencias que los hacían ser totalmente opuestos; la jirafa pocas veces lograba ver a la hormiga en pleno apogeo, y la hormiga trataba de huir tras ver el gran tamaño de la jirafa, que podría aplastarla sin necesidad de quererlo.

Pero cierto día, la jirafa necesitó un gran favor de la pequeña hormiga que nunca creía, puesto que se creía auto suficiente por su gran tamaño, sus largo cuello y patas; ella siempre creyó que no necesitaría un favor de ningún otro animal, y menos de la hormiga, viéndola tan pequeñita e insignificante a su lado.

La hormiga no dudó en ayudarla con su requerimiento, logrando así una situación que quedaría por siempre en la memoria de la gran jirafa que se creía auto suficiente; y es que no debemos nunca dar por sentado que no necesitaremos de otras personas y que todo lo podemos hacer nosotros mismos.

Lo cierto es que los demás también tienen muchas virtudes o habilidades que en cualquier momento podremos necesitar, es por ello que lo mejor es mantener una actitud positiva y agradable con todas las personas, y aceptar que todos tenemos talentos que nos hacen especiales y que podremos necesitar en algún momento determinado.

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