El turpial cantante

Los turpiales son conocidos por ser una de las aves que tienen los más bellos cantos, pero solo cuando ellos quieren emitirlos.

Un día, un hombre decidió comprar un turpial tras haber escuchado el deleite auditivo que representaba el hecho de escuchar uno de sus cantos, para usarlo cada vez que llegase un invitado a su casa.

Y así fue, constantemente solía invitar a amigos a reuniones con la finalidad de inducir uno de los cantos del turpial encerrado en una jaula, con tal de ser la envidia de todos sus amigos por tener de mascota aquel preciado animal que cantaba hermosamente.

Pero pasaron los años y el turpial nunca respondió a sus pedidos, que además, no los hacía de forma agradable. Dada la situación, el hombre comenzó a molestarse y pensar que había perdido el dinero en la compra del turpial, ya que nunca cumplió con lo que esperaba de él.

Una noche, el turpial estaba muy viejo, y sorpresivamente emitió el más hermoso canto que los oídos humanos pudiesen haber escuchado. Pero al cabo de unos minutos, murió de soledad y tristeza en su jaula.

Fue allí cuando el hombre comprendió que la libertad es uno de los valores más preciados, y que pedir las cosas forzosamente no siempre llevarán a buenos resultados.

Moraleja: Las cosas en la vida, incluso las más bellas, no deben forzarse. Todo tiene su momento, y en el tiempo que ocurre, es el mejor.

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