El pavo real y el perro
Erase una vez en una granja de grande extensión, un pavo real y un perro, que constantemente se la vivían esquivando pues eran enemigos naturales. El pavo real era mejor alimentado por sus dueños que el perro, por lo que éste último tenía cierto sentimiento de recelo hacia la hermosa ave por ser la preferida de sus amos.
Cierto día, y al ver que el pavo real tenía entre su pico una presa exquisita que también el deseaba comer, decidió acercarse a él a decirle muchos halagos, que por supuesto eran falsos, en vista de que nunca se llevaron bien. Solo escondía la intención de que al menor descuido del pavo real, se pudiera quedar con la suculenta presa que a éste le habían dado para alimentarse.
Y efectivamente así fue, el pavo real se dejó llevar por los halagos y palabras bonitas que le decía el perro, por lo que en la menor distracción soltó el trozo de alimento que sostenía en su boca, y el perro aprovechó la oportunidad que buscaba, salió corriendo con su cometido, y el pavo real quedó bastante desilusionado con lo que pasó.
Moraleja: no debemos hacer caso a todas aquellas personas que vengan a nosotros con palabras bonitas y constantes halagos, pues no todos tienen buenas intenciones y lo que pueden es estar buscando algo específico de nosotros, que conscientemente no se los daríamos. No todas las personas son iguales, pero siempre hay que dejar el beneficio de la duda.
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